La pandemia de la COVID-19 «ha afectado a la detección de casos nuevos». «Durante la primera ola los pacientes acudieron mucho menos con el propósito de no saturar el sistema sanitario y disminuir el contagio. Esto supuso un retraso diagnóstico de numerosos casos nuevos, que estaban en casa por el riesgo lógico a la situación. Finalmente venían con síntomas muy claros y, en algunas ocasiones, graves.
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