Se considera imprescindible un abordaje transversal del suicidio al objeto de mitigar los efectos del mismo. Las acciones deben contemplarse en las fases de prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y continuidad de cuidados de los problemas de salud mental.
Asimismo, es de sumo interés que todos los agentes implicados aborden este importante problema de salud pública desde su ámbito de actuación.