Las crisis hipertensivas se definen como la elevación aguda de la presión arterial y se clasifican en emergencias o urgencias hipertensivas en función de si existe riesgo vital o no para el paciente. El diagnóstico diferencial entre urgencias y emergencias hipertensivas es sumamente importante ya que las emergencias hipertensivas deben ser tratadas de manera precoz, de forma intrahospitalaria y con medicación intravenosa para conseguir un descenso inmediato de las cifras de presión arterial, sin embargo, en las urgencias hipertensivas se recomienda un descenso progresivo de las cifras tensionales ya que el descenso brusco de las mismas se asocia a una mayor morbimortalidad.